LA VERSIÓN 8 DE LA NORMA BRC TRAE CAMBIOS. CONÓCELOS
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Nov
La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, AECOSAN, elabora anualmente los informes del SCIRI (Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información). En dichos informes se recoge toda la información relativa a las notificaciones de red de alerta alimentarias que han afectado a nuestro país, incluyendo una descripción de los productos involucrados, los peligros detectados y el origen dichos productos.
El SCIRI es un sistema diseñado en forma de red, para poder mantener una constante vigilancia ante cualquier riesgo relacionado con los alimentos y que pueda afectar a la salud de los consumidores. AESAN actúa como coordinadora del SCIRI así como de punto de contacto del sistema de Red de alerta Alimentaria Comunitaria (RASFF).
El pasado 5 de noviembre, fue publicada la Memoria 2020 del SCIRI y nos se indica que un total de 634 expedientes relacionados con productos alimenticios han sido gestionados a través de la red de alerta SCIRI. En todos ellos ha estado implicada España de una u otra manera y de esos 634, unos 357 correspondieron a alertas, 166 a informaciones, 103 a rechazos en frontera y, por último, 8 a los clasificados como novedades.
Esta Memoria también indica los porcentajes en función del tipo de productos implicados, correspondiendo el 46 % de las notificaciones a productos de origen vegetal, el 37 % de productos de origen animal y el 12 % en otros productos; un 5 % de las notificaciones correspondió a materiales en contacto con alimentos (MECA).
Analizando detenidamente las estadísticas y resultado que ofrece la Memoria, se observa que el tipo de peligro varía en función del tipo de producto. Por ejemplo, en los productos de origen animal se producen mayoritariamente los peligros biológicos; en los productos de origen vegetal destacan los peligros químicos, que además han aumentado este año.
En 2020 se ha observado un claro aumento de las notificaciones por peligros químicos, con un 55 % de las notificaciones, seguido de las relativas a peligros biológicos con un 24 %; los peligros físicos representaron un 5%; un 16 % de los expedientes se englobaron en “otros peligros”, como defectos del etiquetado, de gran importancia en el caso de alérgenos, sustancias que producen intolerancias y gluten; también se han notificado alimentos no autorizados, principalmente complementos alimenticios en los que se han detectado ingredientes no autorizados.
La Memoria nos muestra también datos más específicos en función del tipo de peligros:
Pues bien, atendiendo al origen de los productos notificados a través del SCIRI, en el año 2020, el 69 % de los productos notificados fue de origen comunitario y, de este porcentaje, el 46% de las notificaciones correspondieron a productos de origen español. Esto tiene su explicación en que la mayoría de los productos comercializados en España tienen este origen y, por lo tanto, son sobre los que se realiza un mayor número de controles y además sólo se tramitan en SCIRI las notificaciones que afectan directamente a España (origen, distribución o ambas cosas).
Para terminar, si nos centramos en España y por comunidades autónomas, Cataluña, Galicia, Andalucía y Murcia, son por ese orden el origen de la mayoría de los productos, suponiendo en su conjunto el 60 % de las notificaciones con origen del producto en España.
Imagen: bearfotos
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